Un interesante tocador mallorquín del siglo XVIII ha sido restaurado en Arcaz.
Este mueble, chapeado en madera de palosanto, presenta marquetería de raíz de nogal y una exquisita talla dorada. Conserva su espejo de mercurio antiguo y lo más llamativo: sus bocallaves originales de plata con la burilada y marca de platero originales.
En las imágenes inferiores observamos, en primer lugar uno de los bocallaves antes y después de la limpieza. Abajo "burilada" en el lado derecho de la trasera del bocallaves. La "burilada" consistía en un raspado que se hacía en un determinado metal con el fin de comprobar si se trataba o no de plata.